Como un huracán atravesaba tu sombra la ciudad , día a día, esa ciudad que siempre te guardaba una esquinita donde apoyar tus papeles, tus proyectos, tus poesías, tus ilusiones. Como un huracán llegaste y como un huracán te fuiste. No tenías término medio, exprimías el día y la noche hasta la última gota. Eras un soñador y canciones como esta te hacían volar desde el primer sol abierto.
Sinceramente he perdido la cuenta, pero pueden hacer unos 6 años quizás que te fuiste a pisar nuevas calles que andar, y doy fe que es mas difícil pelear sin tu optimismo cerca, sin tus ilusiones en el zurrón. Y te recuerdo como lo que fuiste, un gran amigo, con muchos grandes amigos, entre los que humildemente me incluyo. Porque tu sabias como agradar a quien estuviera cerca de ti y eso te hacía tremendamente popular y querido. Aquellas tardes, aquellas noches en el cuarto de estudio de la casa de tus padres de La Malagueta ,esa habitación con olor a café y esperanza, con sabor a colección de discos de Jazz, con sabor a Mandrágoras, coplas del ciego, Pepe Risi y licor del alma. Tu amabilidad desbordante era compatible con tu individualismo liberador. Eras, quizás, la persona que he conocido que se movía igual de bien en los dos estadios: el individual, el que te permitía avanzar con tus historias, y el plano de las relaciones personales, en las que eras un auténtico fuera de serie.
Bueno tio, que me he acordado de ti y te mando un fuerte abrazo allá donde estés. Los que tu sabes no te olvidamos, y somos un ejército. Escuchando cantar a Johny Burning afloran lágrimas de amistad. La primavera es así.Es que ya vamos para los 50 y la melancolía reclama cuota de pantalla….En cualquier caso, siempre que me acuerdo de ti me salen fuerzas de flaqueza para caminar, tu alargada sombra nos cobija a veces del sol que quema y el recuerdo de tu sonrisa igual nos ilumina los días nublados, algo así.
"...¿y si mi estancia en el mundo fuera sólamente un sueño, una presunción, un espasmo?"
Ahora empieza a anochecer y tu no estás… ¿o si?