SINTIÉNDOLO MUCHO

SINTIÉNDOLO MUCHO

Hoy es un día perfecto. Me he levantado tarde, a las 09 de la mañana(en otras épocas de mi vida esto era temprano). He tomado café solo mientras publicaba una reseña de un disco de Miguel Ríos. Me he calzado las viejas Adidas y la camiseta apretada del Decathlon y me he ido al gimnasio a ejercitar mi dañado tobillo y de paso intentar perder peso. Como siempre, con los cascos puestos escuchando música, ésta vez Pereza. Suelo escuchar música en castellano para hacer deporte, me pasaba lo mismo cuando estudiaba en la facultad. Me entretiene más que en inglés. La temperatura en la calle era fresquita para ser Sevilla, pero a mi me resulta muy agradable ese fresquito. No me abrigo más por ello. Y saliendo el sol entre las nubes, una mañana muy bonita.

Después de escuchar “Lady Madrid”, “Pienso en aquella tarde” y “Estrella polar” de nuevo, vuelvo a pensar en que Pereza no han descubierto la pólvora, pero han dejado canciones muy dignas para la posteridad. En fin, sigo a lo mío, lo que viene siendo un sábado perfecto, entrenando para la jubilación. Paro a tomar media tostada de Jamón y un cortado en la Bodega de San Rafael, camino de casa. Ubicada en una plaza peatonal, no muy bonita pero si muy atractiva por lo soleada que está y por que no se escuchan coches, se está como en un pueblo. Bueno, lo que viene siendo Mairena del Aljarafe. Total, que me paso a escuchar Siniestro Total, porque voy a entrar al supermercado y aquí hay que estar atentos, mejor un poco de caña. Efectivamente, me la han vuelto a hacer: un litro de aceite, una lechuga, 4 latas de atún, café y una bolsa de pistachos(mi vicio del SXXI)casi 20 euros.3.300 pesetas del ala. Ayatollah no me toques la pirola. Me voy para casa, arruinado pero contento. Yo soy así, al mal tiempo buena cara.

 Meto las cosas en la alhacena de la cocina y subo al cuarto a ver en el portátil como van las visitas a la web y veo que más de 100 visitantes en lo que llevamos de día. Con lo cual no todo está perdido. Con suerte algún día prohíben Spotify y volvemos a buscar discos de vinilo por las esquinas. Eso nadie lo sabe. El caso, que me lio a comer pistachos en la terraza escuchando a Lou Reed, y a los pajarillos de fondo,  y me digo a mi mismo: ¡Esto es un día perfecto!

Y no tengo más remedio que cambiar de rumbo. Ducharme, ponerme la camiseta de los fines de semana y bajar a la cocina a beberme una cerveza helada. En un rato llamo a Lydia. Y como dice Sabina en su nueva canción “.. siempre he querido envejecer sin dignidad aunque al fusil no le quede ni un cartucho, si el corazón no rima con la realidad cambio de tercio sinténdolo mucho…"

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