Son las tres de la mañana…y yo sin poder dormir. Cuando escuchaba éste verso en mi adolescencia no imaginaba la verdadera dimensión de la poesía que en el se encerraba. Sencillamente, entendía que era un canto de nostalgia a la edad de oro del rock and roll, que ya había pasado. Recuerdos del pelo largo. Pero ha pasado el tiempo y la genialidad de una poesía tan aparentemente sencilla golpea profundamente mi alma porque realmente nos habla del tiempo que ha pasado, al galope, y aquellos momentos que no volverán. Y uno, a punto de entrar en los 50, pues no puede reprimir tener momentos de debilidad ante la vida que pasa, como postes de teléfonos en la ventana de un vagón de tren. Tren del que se han bajado ya algunos amigos, algunos de ellos imprescindibles en el mapa de nuestra conciencia y que dejaron tal poso de felicidad en nuestro corazón que ahora, llegando a una etapa de mayor recogimiento, duele más que nunca su ausencia. Como escribió Gil de Biedma, ” que la vida iba en serio uno lo empieza a comprender mas tarde”.
Y no digo con esto que no esté feliz, al contario, soy inmensamente feliz, porque la vida seguirá y otros como mi sobrina Rebeca, bendita inocencia, la disfrutarán en su plenitud, como nosotros. Digo que se me eriza la piel cuando les recuerdo, a Paco, a Nacho, a Pepe…. Cuantos momentos de felicidad me dieron altruistamente , gracias a su gracia innata , pura, inalcanzable… Cuanto amor me dio la vida para después arrancármelo a traición… Cuantos golpes esquive con elegancia gracias a su compañía y cuantos aun sigo esquivando gracias al recuerdo de cariño que me dejaron…
En acto de fé, seguiremos hacia adelante, siempre con música, tres acordes y a correr, echando de menos a nuestros ausentes esas noches de insomnio, y al mismo tiempo seguiremos sonriendo el resto del tiempo, como a ellos les gustaba que estuviéramos. Y, en la soledad de la madrugada ,a veces, creo que van a volver y, de cuando en cuando, les siento llegar a mi habitación para protegerme y recordarme que no me olvide de ellos.
Entonces, un sonido muy lejano llega a mis oídos....y escucho el ruido de un cerrojo que abre una dulce llave.
1 comentario
Simplemente emocionante.