Boney M – Nightflight to Venus (1978)
Horteras? Pues claro que sí. ¿La música era facilona? Nadie lo duda. ¿Producto de laboratorio? Que se lo pregunten a su factótum, Frank Farian, que diseñó minuciosamente al grupo para vender discos por toneladas, sin la más mínima concesión a la autenticidad. Pero una vez enumerados sus fallos… ¿quién no ha bailado… mejor dicho… quién no se ha despendolado alguna vez al ritmo de “Rasputín”, o de “Rivers of Babylon”? Yo lo he hecho, vaya, en la boda de mis amigos Roberto y María, y no me avergüenzo en absoluto (de lo que hice después sí que me avergüenzo, menos mal que entonces no existían los móviles con cámara de vídeo). Ya sé que tiene mucho más prestigio escuchar rock sinfónico o a grupos intensos como Radiohead, pero de vez en cuando viene bien relajarse, ponerse esta cumbre del eurodisco (solo en Alemania vendieron más de un millón de ejemplares) y dejar salir ese cuñado bailongo que todos llevamos dentro. Y si aún estáis indecisos, podéis justificaros diciendo que lo que queríais era escuchar la delicada versión que hacen de “Heart of gold”, la maravillosa canción de Neil Young con la que cierran el disco.
Edición original 1978
LP / 2M
Sello: Ariola
Portada algo desgastada
Cara A: Nightflight to Venus / Rasputin / Painter man / He was a steppenwolf / King of the road
Cara B: Rivers of Babylon / Voodoonight / Brown girl in the ring / Never change lovers in the middle of the night / Heart of gold