Lou Reed - Magic and loss(1992)

Mira: cuando alguien venga tocándote los cojones con eso de que el rock and roll no es un arte y que no es más que un mero entretenimiento, le pones a escuchar este álbum conceptual. Motivado (en parte) por la muerte de dos personas muy cercanas a Lou (su amiga Rita y Doc Pomus, el músico que le dio su primera oportunidad), el disco es una cumbre del rock como expresión artística. Pero (y eso que quede claro) es tan disfrutable y electrizante como todo lo salido de la pluma de nuestro Coney Island Baby (aunque, lógicamente, no llegue a las sulfurosas efervescencias de su época Velvet: la madurez es lo que tiene). En la estela del espléndido “New York” (editado tres años antes), aquí tenemos nuestra ración de rock, de pop, de baladas asesinas, de textos densos y poéticos… Todo lo que asociamos con Lou, vaya. Y eso se plasmó en la excelente acogida del disco, que llegó al número 6 en las listas británicas (en su propio país fueron más tibios: ya sabéis eso del profeta en su tierra). Una demostración palpable (si necesario fuera) de que el rock es un arte con mayúsculas, y Lou Reed uno de sus más refinados creadores. ¿Alguna duda? 

Eición original 1992